Hablando del Reino y de los tiempos del fin, Jesucristo compara su venida con la ceremonia de boda palestina para advertir, con una figura que ellos entendían perfectamente, que debían velar y estar atentos, apercibidos…
Las bodas en la región de Palestina se celebraban de la siguiente manera:
- Primero, los novios celebraban la boda cada uno en su casa, el novio en la suya y la novia con su familia, con las puertas abiertas para que el que quisiera entrase y fuese participe de la alegría del casamiento y para que todo el mundo les felicitase.
- Después de varios días de celebración, quizá de día, quizá de noche, nadie sabía cuándo, el novio iba a buscar a la novia a casa de sus padres.
- Allí le recibía el cortejo nupcial junto con la novia y se casaban.
- Y después salían hacia su casa por el camino más largo para poder recibir el mayor número de felicitaciones posible.
- En último lugar, llegados a la casa conyugal, cerraban las puertas y tenían lugar otra serie de celebraciones pero esta vez a puerta cerrada y los que habían quedado fuera ya no podían entrar.
Como curiosidad diremos que era ley que la gente que estaba en la calle por la noche, en la oscuridad, tuviese un candelero o algo que alumbrara y que el novio, cuando iba a buscar a la novia, iba acompañado de un vocero que iba anunciando su llegada.
Dos cuestiones sobre las que hablaré más adelante.
Teniendo esto en mente, vamos a leer el texto en Mateo. 25: 1-13.
«Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.»
Mateo 25: 1
«Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.»
Mateo 25: 2
«Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;»
Mateo 25: 3
«mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.»
Mateo 25: 4
«Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.»
Mateo 25: 5
«Y a la medianoche se oyó un clamor ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!»
Mateo 25: 6
«Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.»
Mateo 25: 7
«Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.»
Mateo 25: 8
«Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.»
Mateo 25: 9
«Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.»
Mateo 25: 10
«Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!»
Mateo 25: 11
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.»
Mateo 25: 12
«Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.»
Mateo 25: 13
En esta parábola tenemos tres personajes o grupos de personajes importantes a los que vamos a dedicar un poco de tiempo.
En primer lugar vamos a establecer una identificación con el significado de cada uno de ellos aunque después sólo hablaremos de las vírgenes sensatas, insensatas y el Esposo:
- El esposo: Jesucristo.
- El vocero: los profetas y predicadores.
- La esposa: la Iglesia
- Las diez vírgenes: parte del cortejo y la Iglesia también.
- El aceite: el Espíritu Santo.
EL ESPOSO
Como hemos establecido antes el Esposo representa a Jesucristo, al Rey que viene, al Novio que viene a por la novia que es su Iglesia.
En esta parábola el Esposo tiene las siguientes características:
El Esposo va acompañado de un vocero que anuncia su llegada
Aún en la actualidad, cuando un Rey o una autoridad llega a un lugar, es anunciado con trompetas y con pregoneros que proclaman su llegada.
Durante más de mil años los profetas de Dios del Antiguo Testamento, anunciaron la llegada de Jesucristo que se cumplió sin falta.
Después de su venida, el Esposo se ha levantado. Además de la Palabra, voceros, predicadores y profetas que anuncian su segunda venida y que proclaman la necesidad de velar, así que hermanos, estáis avisados, Cristo viene pronto y vuestro trabajo es velar porque no sabéis ni el día ni la hora, porque viene como ladrón en la noche.
Parece que tarda pero viene seguro
En segunda de Pedro 3: 9 dice El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Los motivos de su retraso, el los sabe, lo que no podemos hacer es bajar la guardia mientras esperamos.
Es tajante con los que no velan
las vírgenes que se quedan fuera le dicen «Señor, Señor, déjanos entrar», en otras palabras, ten misericordia, no seas así, si tan poco es tan grave lo que hemos hecho.
Pero el Señor les dice, fuera de aquí, no os conozco, no os conozco.
Ese es el trato de un Dios justo con aquellos que no velan.
LAS VÍRGENES SENSATAS
En primer lugar vamos a tomarnos unos minutos para hablar de las vírgenes sensatas.
Dentro del cortejo de boda, y de los que esperan al esposo, hay vírgenes sensatas y vírgenes insensatas así como en nuestra Iglesia, hay trigo y hay cizaña, hay personas que han tenido un encuentro real con Cristo y personas que no lo han tenido y son simples simpatizantes.
Después hablaremos de las vírgenes insensatas pero las sensatas, el trigo, tenían las siguientes características:
Estaban preparadas
¿De qué forma? Con aceite para alumbrar y cumplir la Ley de estar en la calle en la oscuridad con luz.
De aquí se podrían sacar un montón de enseñanzas pero a mí me habla de gente alerta, que lo tenía todo previsto y que nada le coge por sorpresa.
Tenían aceite suficiente
como hemos dicho antes el aceite es un símbolo del Espíritu Santo.
Cuando el apóstol Pablo les dice a los Efesios que no se embriaguen con vino en lo cual hay disolución sino que sean llenos, la construcción de la frase, sed llenos, está compuesta en un tiempo continuo, o sea que tenemos que ser llenos constantemente y esto para mi es tener suficiente aceite para que cuando el Esposo llegue nuestra luz esté alumbrando, que cuando el Novio venga, nos encuentre buscando la llenura diaria del aceite del Espíritu Santo y nuestras lámparas alumbrando, cumpliendo la ley y apercibidas.
Rody cuenta la anécdota de una pareja que se casaron y pasados cuarenta años a la mujer se le ocurrió preguntarle al marido: «Juan, llevamos cuarenta años casados, he sido una esposa fiel, te he lavado la ropa, te he dado la comida y en estos cuarenta años no me has dicho te quiero ni una sola vez.»
Juan le respondió: «Cuando nos casamos te dije te quiero ¿verdad?»
Y la mujer le respondió: «Si Juan me lo dijiste», entonces Juan le dijo: «Pues eso no ha cambiado, cuando cambie te avisaré.»
Evidentemente que le digas te quiero una sola vez a tu mujer no es suficiente pues las relaciones hay que cuidarlas y repetir esa frase una y otra vez.
Pues lo mismo pasa con el Espíritu Santo, si lo recibiste una vez, gloria a Dios pero no puede quedarse ahí, tenemos que buscar una llenura constante, tenemos que tener suficiente aceite para cuando el Esposo venga.
Habían conseguido el aceite adecuadamente
Cuando Pedro y Juan fueron enviados a Samaria para que los que habían creído recibieran el Espíritu Santo, al ver que por la imposición de manos la gente lo recibía, un tal Simón quiso comprarles el don y les ofreció dinero.
Pedro le respondió: «tu dinero perezca contigo porque has pensado que el don de Dios se puede comprar con dinero».
Queridos hermanos, no hay otra forma de ser llenos del Espíritu Santo que pasar tiempo en oración.
Si uno no pasa tiempo en oración se seca y no crece pero si quieres la unción de Dios, debes pasar tiempo con él.
VÍRGENES INSENSATAS
En el símil que he utilizado antes, éstas serían la cizaña, las malas hierbas que aún estando mezcladas con el trigo, con las vírgenes sensatas, no dan fruto ni están apercibidas.
Las vírgenes insensatas tienen las siguientes características:
No estaban preparadas
La llegada del Esposo les pilló por sorpresa.
Después de mis operaciones y de que pasaron dos años, volví por sorpresa a Miami, donde había vivido los dos últimos años antes de operarme.
Conseguí un billete y me fui para allá sin avisar a nadie y aparecí en un culto porque era miércoles.
Mira, allí la gente me quería un montón, (bueno y me siguen queriendo, o eso espero), pero al no esperarlo hubo reacciones de todo tipo.
Llanto, abrazos, las chicas que estaban cantando en la alabanza dejaron de cantar, los músicos dejaron de tocar, en fin se acabó el culto.
Como nadie me esperaba, no tenía ni donde dormir, ni nadie me fue a buscar al aeropuerto ni nada de nada, no estaban preparados ni apercibidos.
Pues algo parecido les sucedió a las insensatas. Aunque sabían que el novio venía, porque sabían como funcionaban las bodas palestinas, no se prepararon correctamente.
En términos actuales, no buscaron lo suficiente de la llenura del Espíritu para estar preparadas y que la venida del Señor no les pillase desprevenidas.
Reaccionaron tarde
Cuando se dieron cuenta de que la llegada del Esposo era inminente, le pidieron a las otras vírgenes que les dieran aceite.
Mal muy mal, si hubieran estado preparadas, que es reaccionar a tiempo, no habrían tenido que ir a buscar aceite de emergencia.
Renovación del carnet. (Si reaccionas tarde te sales de la carretera).
Buscaron mal
Cuando estas doncellas se vieron abrumadas por la situación enseguida fueron y le pidieron aceite a las otras y después se fueron a buscar quien les vendiera.
La unción es intransferible, no me la pueden pasar, no es algo que pueda comprar, es algo que uno tiene que buscar personalmente con el Señor.
Mi abuelo decía que no por estar en un garaje eres un coche y por haber nacido en una familia cristiana eres salvo.
Ni la salvación ni la unción pueden heredarse, cada uno tiene que trabajar la suya propia.
La unción no se consigue con urgencias ni de repente para poner parches.
La unción es un proceso de búsqueda y de intimidad con el Señor, la provisión del aceite se consigue en intimidad, únicamente pasando tiempo con el Padre, no hay atajos ni caminos más cortos, no hay soluciones de última hora.
CONCLUSIÓN
Cristo viene, y aunque parezca que tarda, cada vez estoy más convencido de que viene pronto y el día en que sea manifestado, será un día en el que será implacable con aquellos que no estén apercibidos.
¿Qué clase de virgen quieres ser? Una de las cinco sensatas que esperaron bien, que tenían aceite suficiente y que lo habían conseguido adecuadamente o una de las cinco insensatas que ni estaban preparadas ni reaccionaron a tiempo y buscaron su aceite en los sitios equivocados.
Durante este día y lo que resta de campamento, tenemos la oportunidad de recargar nuestras lámparas de aceite y tenemos que hacerlo, pero no puede quedar ahí, cuando salgas de aquí, tienes que buscar la llenura diariamente, que el Señor os bendiga, vírgenes sensatas…