Un final de perlas

20
Mar
Un final de perlas

Pablo acaba la carta que le está escribiendo a los Tesalonicenses con una serie de joyas que merecen toda nuestra atención.

Es costumbre en el Apóstol terminar sus epístolas con una serie de consejos y una doxología (exaltación de la Gloria de Dios) y en esta misiva lo hace en forma de exhortaciones…

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;”

1 Tesalonicenses 5:12

“y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.”

1 Tesalonicenses 5:13

“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.”

1 Tesalonicenses 5:14

“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos”.

1 Tesalonicenses 5:15

“Estad siempre gozosos”.

1 Tesalonicenses 5:16

“Orad sin cesar”.

1 Tesalonicenses 5:17

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

1 Tesalonicenses 5:18

“No apaguéis al Espíritu”.

1 Tesalonicenses 5:19

“No menospreciéis las profecías”.

1 Tesalonicenses 5:20

“Examinadlo todo; retened lo bueno”.

1 Tesalonicenses 5:21

“Absteneos de toda especie de mal.

1 Tesalonicenses 5:22

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

1 Tesalonicenses 5:23

“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.

1 Tesalonicenses 5:24

He dividido este estudio en cinco perlas o grupos de consejos así que vamos a analizarlos brevemente:


Respetad a vuestros dirigentes

RESPETAD Y HONRAD A VUESTROS DIRIGENTES

No es la única vez en el Nuevo Testamento que Pablo habla del debido respeto que se le debe dar a aquellos que están en autoridad.

En Romanos 13:1 Pablo dice: 

“Sométase toda persona a las autoridades superiores; y ahora da los motivos, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.

Romanos 13:1 

 En 1 de Timoteo 5:7 y en Hebreos 13:7 y 13:17 (libro del cuál no se sabe el autor, aunque algunos también se lo atribuyen a Pablo) también se nos insta a obedecer, a honrar y a velar y colaborar en su trabajo.

Lo que Pablo les dice expresamente a los Tesalonicenses a este respecto es que reconozcan y tengan en mucha estima y amor a estas autoridades impuestas por Dios.

La Palabra traducida por recocer en griego es «oida» que implica entender perfectamente a la otra persona, en sus dificultades y dolores, en sus responsabilidades, así como en sus alegrías e identificarse enteramente con ella.

Denota empatía y un conocimiento íntimo.

Cuando habla de tener en mucha estima y amor tiene la connotación de algo sobre-abundante, de un ágape que excede el amor y la estima normales, que va más allá, que está por encima.

Así debemos reconocer y estimar a nuestras autoridades, a las autoridades que el Señor ha puesto, si lo hacemos, tendremos paz.

Nunca lo había visto así pero «paz entre vosotros» se refiere tanto a paz entre nosotros y las autoridades y paz ente nosotros y nosotros mismos, pero es que cuando hay paz con las autoridades, suele haber paz entre los iguales.

Así que repasando una vez más los motivos por los que debemos honrarlos reconocerlos y amarlos, de las citas que hemos leído se desprenden los siguientes principios:

  • Las autoridades han sido puestas por Dios.
  • Las autoridades se encargan de enseñarnos y predicar la Palabra con toda la responsabilidad que eso implica.
  • Las autoridades velan por nuestras almas y tendrán que dar cuenta del resultado conseguido.

Pereza

CUIDADOS ESPECIALES Y RELACIONES DENTRO DEL CUERPO

La siguiente sección de consejos o perla trata del cuidado especial que debemos tener con los miembros más débiles del cuerpo, aquellos a los que tenemos que cubrir, y de las correctas relaciones que debe haber dentro de la Iglesia:

Ociosos, remolones, desertores

La palabra utilizada para ocioso, que en algunas versiones se traduce como remolones, hace referencia a aquellos que han abandonado un ejército, a aquellos que han desertado.

A los que tienen esta actitud de no pertenecer al cuerpo y de hacer la guerra por su cuenta, que son individualistas y no están sometidos a la autoridad; a éstos hay que amonestarlos.

Poco ánimo, pusilánimes, alma pequeña, débiles

Los de poco ánimo son los pusilánimes, los que cambian de opinión porque no tienen la fortaleza para sostener sus opiniones. Literalmente significa los que tienen el alma pequeña.

A estos, tenemos que alentarlos

Cuando pensaba en los de poco ánimo, recordaba a los pobres de espíritu.

Sin excepción, Dios se glorifica en la debilidad y se glorifica mucho más en una persona débil y de poco ánimo que en una fuerte que corre el peligro de ser orgullosa. 

«Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.»

2 Corintios 12:9

Este es el ánimo que los fuertes deben dar a los de poco ánimo.

Dios se va a perfeccionar en vuestra debilidad y eso debía de bastar para que los pusilánimes y débiles puedan proclamar que son fuertes pero en la fortaleza que da Dios.

Debemos ser pacientes con todos

Con todos, tanto con los Ociosos, como con los de poco ánimo y con los débiles tenemos la obligación de ser pacientes, porque entre otras cosas, si nunca hemos sido ociosos, ni pusilánimes, ni débiles, lo seremos y entonces necesitaremos de fuertes que nos exhorten, animen y fortalezcan.

En eso consiste el cuerpo de Cristo, cuando yo soy débil, tú eres fuerte y cuando yo soy fuerte, tú eres débil.

Y así avanzamos, unidos, soportando los unos las cargas de los otros y alentándonos mutuamente.

No ser vengativos

Pablo insta a los Tesalonicenses a no pagar mal por mal, lo que podría ser una reminiscencia de la Ley de Moisés.

Jesús dijo:

«Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.»

Mateo 5:38

«Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;»

Mateo 5:39

Si debemos actuar así con los de fuera, cuanto más entre nosotros.

Que un hermano te hace algo, acude al Señor.

«Mía es la venganza» dice el Señor, a ti no te corresponde, porque cuando te tomas la justicia por tu cuenta, te eriges y conviertes en juez y el único juez justo es el Señor.

Fijaos en la gravedad de esto, cuando ejercemos nuestra justicia, estamos suplantando a Dios mismo.


Gozo

TRES SEÑALES DE UN CRISTIANO E IGLESIA GENUINOS

Gozo

El gozo y la paz que siente una persona que ha tenido un encuentro con Cristo son muy difíciles de explicar.

Si soy cristiano y declaro que soy salvo, que ya no soy esclavo del pecado, que Cristo me ha hecho verdaderamente libre y estoy amargado, llevo una vida de tristezas y sombras, eso no se lo cree nadie.

Sin embargo si los que están a mí alrededor me ven soportar las pruebas, no en mis fuerzas sino con el gozo del Señor, entonces notan que hay algo diferente.

Pablo y Silas en la Cárcel cantaban himnos en la madrugada y dejarme deciros que las cárceles romanas no eran como las cárceles de ahora.

Dejarme deciros que les habían azotado antes de ponerlos en el calabozo más hondo y que estaban en condiciones infrahumanas pero a pesar de las circunstancias, el gozo de la salvación brotaba de sus interiores (Hechos 16).

Cuando Pablo escribió la epístola a los Filipenses, también estaba en la cárcel y en el 4:4 les dice:

«Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!»

Filipenses 4:4

Pablo no está hablando aquí de un gozo trivial ni de una alegría que viene por triunfos y cosas materiales, sino de un gozo que viene únicamente de tener un encuentro con Cristo.

Oración

Leonard Ravenhill en su libro “Por qué no llega el avivamiento” dice, y no podría estar más de acuerdo, que no hay ningún hombre mayor que su vida de oración.

Orando nos vestimos de la armadura, orando estamos en comunión con el Padre, orando conseguimos el alimento espiritual que necesitamos, orar es un reconocimiento de nuestra incapacidad y de la omnipotencia de Dios.

Y tantas cosas se podrían decir de la oración… Cristo oraba y oraba mucho, luego un imitador de Cristo, tiene que orar, es así de sencillo y de lógico.

Cultivemos y ejercitemos nuestras vidas de oración.

Agradecimiento

Hay un dicho popular que dice es de bien nacidos ser agradecidos y después de pensarlo, no concibo a un cristiano desagradecido.

Dios lo ha hecho todo por ti y por mí, ha tenido misericordia, nos ha limpiado de nuestros pecados, ha mandado a su Hijo para hacerlo, nos ha dado salvación, ha levantado nuestras cabezas, nos ha hecho nuevas criaturas y la lista sigue y sigue.

¿Cómo no vamos a ser agradecidos con nuestro Dios?

¿De qué formas podemos ser agradecidos?


La obra del Espíritu

EN RELACIÓN CON LA OBRA DEL ESPÍRITU

No lo apaguéis menospreciando sus dones

El Espíritu Santo se puede contristar y una Iglesia que no ejerce los dones que Él reparte soberanamente, peca por omisión, menosprecia la acción edificadora que éstos tienen en el cuerpo.

No contristemos ni apaguemos la llama del Espíritu sino busquemos como cuerpo que la Iglesia universal, y nosotros como miembros de ella, llena de la plenitud del mismo.

No menospreciemos especialmente la profecía de entrada, sino analizadla y retened lo bueno de ella

Cuando Pablo habla de Profecía, está haciendo referencia a la predicación.

Nunca jamás debemos menospreciar lo que se nos predica usando de altivez y ligereza pero sí debemos de tener un espíritu noble como los de Berea, y contrastar la profecía o la predicación con lo que dicen las Escrituras.

Siempre teniendo en cuenta que el hecho de encontrar cosas que no se ajusten a la verdad o errores, siempre que no haya una mala intención por parte del predicador, no nos habilita para el menosprecio y menos aún para la burla.

Hace algunos meses estuve en una Iglesia en la que una muchacha predicó con toda su buena intención sobre el salmo 119.

El salmo 119 es un acróstico y cada una de sus partes corresponde y empieza por cada una de las letras del alfabeto hebreo.

Si os fijáis en vuestras Biblias, en el primer párrafo pone Alef, que es la primera letra del alfabeto hebreo, en el segundo pone Beth, que es la segunda y así sucesivamente.

La chica, que predicó con toda su buena intención, dijo que el salmo 119 que había escrito Alef, había sido de mucha bendición para su vida y no lo dijo una vez, lo dijo como 20.

Si yo me hubiera quedado con eso no habría recibido la bendición del resto de lo que dijo que era bueno y por supuesto, no desprecié a una hermana mía que ama al Señor y que se había preparado con toda su buena intención una enseñanza estupenda sobre las Escrituras y sus beneficios.

Y así os podría poner un montón de ejemplos, si por cualquier motivo, menospreciamos la profecía, los únicos que nos perdemos la bendición somos nosotros.


Santificación

SANTIFICACIÓN

Pablo concluye este conjunto de exhortaciones hablando de la santificación.

En la teología Paulina la doctrina de la santificación se puede dividir en tres partes:

Dios comienza la obra

Estábamos perdidos en esta posición y la sangre de Cristo nos ha hecho santos, nos ha cambiado de posición.

Antes estaba mirando al sur y ahora estoy mirando al norte, es la metanoia el cambio de 180º.

Antes estaba muerto en mis delitos y pecados y ahora soy salvo.

Absteneos de todo mal

Una vez ha sucedido la santificación posicional, comienza el proceso de santificación en la vida del creyente.

En este proceso, nosotros tenemos una parte importante pero no decisiva porque anhelamos ser santos, lo intentamos, buscamos la paz con todos, buscamos alentar a los ociosos, guardarnos y apartarnos de todo mal.

Pero sin la ayuda del Espíritu Santo todos nuestros esfuerzos son inútiles.

Dios completa la Obra

Dios la comienza, Dios guía el proceso y Dios la completa guardándonos para confluir en el primer eje de la vida Cristiana, la manifestación gloriosa de la segunda venida de Cristo.

Sólo Dios, muy al contrario de lo que predica la nueva generación de predicadores humanistas, ni la salvación ni la santificación dependen de nosotros, de nuestras capacidades ni de nuestras buenas obras.

Dependen completamente del Señorío de Cristo. “El mismo Dios de Paz os santifique por completo”.


CONCLUSIÓN

Cinco perlas

  • Respetad y honrad a vuestros dirigentes porque han sido puestos por Dios, porque nos enseñan y porque velan por nuestras almas y tendremos paz.
  • Cuidados especiales y relaciones dentro del cuerpo: con los ociosos, con los pusilánimes y débiles, siendo pacientes con todos y no siendo vengativos.
  • Tres señales distintivas de un cristiano e iglesia genuinos: gozo, oración y agradecimiento.
  • Cual debe ser nuestra actitud frente a la obra del Espíritu: no apagar su llama y no menospreciar la profecía.
  • Santificación: posicional, el proceso y Dios completa la obra.

Pablo, de una manera magistral une al final los dos ejes de los que venimos hablando:

«Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.»

1 Tesalonicenses 5:23

«Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.»

1 Tesalonicenses 5:23

¡Esperamos su venida y anhelamos hacerlo en santidad siguiendo sus consejos!

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