Rey busca Siervo

18
Mar
Siervos de Dios

En las Escrituras se nos habla muchísimo sobre el servicio y se nos habla de multitud de siervos.

Desde el Génesis al Apocalipsis se nos alecciona sobre el servicio y se nos dan las pautas correctas para un servicio ordenado y que agrade al Señor, que es a quien servimos, alcanzando estas lecciones su punto álgido en la figura de nuestro Señor Jesucristo, el siervo por excelencia…

Como os digo, para hablaros del servicio y del siervo, podía haber escogido casi cualquier libro, Isaías, Juan, Apocalipsis, Levítico, en fin cualquiera, pero quiero hablaros del servicio a través de una sierva que para mí hasta ahora había pasado desapercibida. 

Su historia está en los primeros cuatro versículos del primer libro de Reyes y a través de ella, os voy a compartir sobre los requisitos y características del siervo; sobre su labor y sobre las recompensas del servicio.

«Cuando el Rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba. 

Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el Rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el Rey Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al Rey. 

Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.»

1 Reyes 1:1-3

Este pasaje nos describe la vejez de David.

El Rey David había tenido una vida muy intensa, guerras, intrigas palaciegas, la muerte de su hijo y su traición, poligamia que le trajo graves consecuencias y todo esto le había pasado factura.

Se calcula que en esta cita tenía entre 69 y 71 años pero evidentemente estaba mucho peor que a lo que su edad correspondía.

Dado su estado y que no se encontraba una solución para el frío constante que tenía, imaginaos en tierras de Palestina donde la temperatura en verano alcanza más de 40 grados y en invierno lo mínimo suelen ser 15.

El Rey no conseguía calentarse, lo que nos habla de su estado de salud; recomendaron al rey que buscase una joven virgen para que durmiese con él y lo calentase.

En esa época y región existía la creencia de que el aliento de una joven doncella, podía transmitir fuerza y calor a una persona débil y más vieja y ese fue el consejo médico.

Hoy en día por supuesto los médicos se reirían de esta medida, pero en aquel entonces era un procedimiento común y había que buscar una solución para conservar la vida del valioso monarca, siendo además que sus siervos preveían una guerra por la sucesión del trono.

Así pues el Rey estaba buscando una sierva y pensar en esto me habló mucho al corazón.

David es un tipo indiscutible de Cristo por los siguientes motivos:

  • Cuando era perseguido por Saúl, prefiguraba a Cristo en Su rechazo
  • Fue un tipo de Cristo como varón de guerra, destruyendo a Sus enemigos como paso previo a su reinado de paz durante el Milenio, tipificado por Salomón.
  • David fue el receptor del Pacto Davídico, por el que el Señor le dio la promesa incondicional de darle una descendencia eterna, y un trono estable eternamente. Esta profecía se cumple en Cristo Jesús, su descendiente según la carne (Mateo 1:1).
  • El Señor Jesús recibe con frecuencia el nombre de Hijo de David, y con todo Él es Señor de David.
  • También recibe el nombre de «raíz y linaje de David» (Apocalipsis 22:16).
  • Tiene también la llave de David (Apocalipsis 3:7; Isaías 22:22-24). Tiene en Sus manos todo el destino de la Iglesia, del futuro reino sobre la tierra, y en general de las naciones.
  • Salmos mesiánicos.

Esta vinculación entre el Rey David y nuestro Rey y Señor Jesucristo va a ser el punto de partida.

El Rey está buscando un siervo, y cuando pensaba en esto varios versículos venían a mi mente:         

«Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.»

Ezequiel 22:30

«Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.»

Isaías 6:8

«Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.»

Lucas 10:2

Así pues el Rey está buscando siervo y el siervo tiene que cumplir unos requisitos:


Siervo de Dios

REQUISITOS DEL SIERVO

Para cualquier trabajo que quieras desempeñar te piden ciertos requisitos. Si uno va a hacer una entrevista para un puesto, tiene que cumplir con unas indicaciones y si no las cumples no eres la persona adecuada, eso se llama el perfil.

En el caso de Abisag, tenía que cumplir con un perfil bien definido, así como aquel que es comisionado para servir al Señor tiene que cumplir con ciertas características que tienen que ver con la disposición, la naturaleza y la labor que le va a ser encomendada; la primera es ser comisionado por Dios, pero de esta no hablaremos porque se sobreentiende y me quiero centrar más en  los requisitos que cumplía Abisag que eran:

  1. Que fuese una joven
  2. Que fuese hermosa
  3. Que fuera virgen.

De estos tres requisitos sacamos una gran enseñanza sobre la actitud y disposición natural que debe distinguir al siervo:

1. Joven

Dicen que una persona se considera joven mientras que su edad está por debajo de su número de zapato… claro a mí me encanta esa idea porque todavía me quedan 12 años de juventud pero, seguro que a muchas mujeres no les gusta demasiado porque las pobres tienen los pies más pequeños, imaginaos las mujeres japonesas, están perdidas…

Personalmente creo que la juventud no es una cuestión de edad sino de espíritu y de ánimo, uno puede ser un viejo con 15 años y un joven con 80 que los he visto…

En el texto que nos ocupa la juventud entraña fuerza y vigor que era lo que el Rey necesitaba que le trasmitiesen y esto me hablaba mucho.

El Rey está buscando siervos llenos de fuerza pero que dediquen todas sus fuerzas y su ánimo a su servicio, que no se entretengan y se desgasten con otras cosas que no sean su obra y su gloria y meditar en esto  me llevaba a preguntarme, ¿En qué estás poniendo todo tu empeño? ¿En qué estás poniendo las fuerzas que yo te he dado, seas joven o no?

Estos días atrás leía la historia de Salomón.

Salomón es conocido por su sabiduría, por el templo que construyó, por su riqueza y por las mil mujeres que tenía que al final torcieron su corazón, pero esta vez vi un detalle que antes para mí había pasado desapercibido.

Salomón construyó el templo con todo su esplendor, dedicó inteligencia, sabiduría y dinero para construir el templo y sólo después de que lo hubo terminado, se construyó su palacio y esto me hablaba del orden divino en el que debemos hacer las cosas y debemos depositar nuestras fuerzas.

Primero el templo, las cosas de Dios y después nuestro palacio, nuestras cosas, nuestros deseos e inquietudes, todas nuestras fuerzas para lo que tiene que ver con el Señor y si nos queda algo de fuerza, las emplearemos para lo nuestro.

¿Cómo estás utilizando tus fuerzas? ¿Te estás desgastando en cosas que no son el Reino de Dios y su obra en primer lugar? Analízalo y ponlo en orden porque aún estás a tiempo de hacerlo, y no estoy hablando de descuidar responsabilidades, estoy hablando de prioridades….

El Rey está buscando siervos jóvenes que estén dispuestos a poner todo su ánimo y sus fuerzas en su reino lo primero, por encima de sus deseos; el rey está buscando jóvenes de ánimo y de espíritu que tengan su servicio como prioridad.

Siervo de Dios. Hermosa

2. Hermosa

El segundo requisito de la sierva que estaba buscando el rey era que debía de ser hermosa.

La palabra utilizada en hebreo, yafa, para hermosa es traducida en la LXX, que es la traducción griega de las Escrituras, por Kalos que significa algo bello, hermoso y honroso pero no sólo en el exterior, sino también en el interior.

Aparte de esto tiene una connotación de utilidad, así que algo Kalos, es algo bello en apariencia que no sólo se queda ahí sino que demuestra su belleza en su utilidad y en sus obras.

La palabra en sí tiene mucha relación con las obras. Esta palabra aparece 100 veces en el NT y de ellas 24 en las epístolas pastorales en referencia a los siervos que sirven en la obra y sus buenas obras.

En Mateo también se utiliza mucho esta palabra, cuando dice: 

«[…] que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos» 

Mateo 5:16

y un ejemplo precioso de kalos es la mujer que ungió a Jesús en casa de Simón el leproso.

Esta mujer llegó, saltándose toda ley de protocolo a una casa donde probablemente no estaba invitada y ungió a Jesús por la cabeza, anunciando su muerte y su reino.

Ante las críticas de los comensales Jesús sale en defensa de la mujer y dice que ha hecho una buena obra, así que kalos no sólo nos habla de la hermosura física, de simetría y perfección visual, sino de perfección y belleza interior que produce obras bellas.

El Rey está buscando siervos kalos, siervos que sean conocidos por sus testimonios de buenas obras que surjan del amor, siervos cuya gentileza sea conocida de todos los hombres y de cuyas vidas, sean un testimonio de belleza integral, el Rey está buscando siervos hermosos por dentro y por fuera y esta hermosura, sólo la podemos adquirir por medio del sacrificio de Cristo.

De la pureza que fluye de su sangre que limpia todos nuestros pecados y nos conduce a las obras que dan testimonio de ese cambio.

El Rey está buscando siervos Kalos, siervos hermosos.

«Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación.»

Salmos 149:4

3. Virgen

El tercer requisito para la sierva que estaba buscando el rey era que fuese virgen.

Para el pueblo hebreo era muy importante la virginidad como símbolo de pureza y de hecho en Deuteronomio, se establecen leyes en cuanto a la virginidad y en cuanto a los engaños que tienen que ver con ésta con penas tan duras como la muerte.

Hay dos palabras para virgen en las Escrituras, una almah y la otra beula y se utilizan indistintamente con alguna connotación diferente pero básicamente significan lo mismo.

En ocasiones se designa a las ciudades o países como vírgenes, la virgen de Judá, o de Jerusalén y los profetas utilizaron esta figura para representar las traiciones del pueblo de Israel a su Dios diciendo que la virgen de Israel había fornicado con otros dioses o hablando del adulterio de la virgen de Israel.

El profeta Oseas se llegó a casar con una mujer fornicaria para representar la traición del pueblo de Dios a Jehová fornicando con otros dioses y el centro de la denuncia que se hace con esta figura es el abandono de la intimidad y el deseo por otros maridos fuera del legítimo.

Así que la virginidad es símbolo de pureza y la entrega de la misma de total vinculación y unión con la persona deseada.

El Rey está buscando siervos que no se hayan entregado a otros dioses, y otros dioses pueden ser muchos, el trabajo, la familia, los hobbies, pueden ser muchos y muy sutiles

El Rey está buscando siervos que no hayan puesto ni pongan su mirada en otras cosas que no sean el Rey y que con nadie más tengan esa relación de intimidad y servicio, que no se deban a nadie, el Rey busca entrega integral y completa.

Así pues tenemos que el Rey David estaba buscando a una sierva con tres características específicas:

  • Juventud.
  • Hermosura.
  • Virginidad.

y sabemos que nuestro Rey está buscando siervos con esas mismas características:

  • Juventud. que están dispuestos a invertir todas sus fuerzas y ánimos en su servicio.
  • Hermosura. Siervos que posean una belleza integral y cuya vida haya sido purificada por la sangre de Cristo para así producir testimonio de buenas obras que producen hermosura.
  • Virginidad. El Rey está buscando siervos puros que no estén contaminados con ambiciones y deseos que estén fuera de su reino.

Labor del siervo de Dios

SU LABOR

Hemos visto los requisitos del siervo y ahora  vamos a ver brevemente dos aspectos de la labor para la que es comisionado.

La labor para la que fue seleccionada Abisag fue para dar calor al rey, labor a todas luces desagradecida, no muy agradable y sin mucho sentido.

Desagradable

Los médicos y siervos de David estaban buscando a una joven hermosa y virgen, para que durmiera con un viejo decrépito y lo hiciera entrar en calor.

Primero la labor no era muy agradable.

Cuantas veces Dios nos comisiona para labores que no nos gustan o nos resultan desagradables.

Se nos ha vendido una imagen del servicio conforme a la imagen del éxito de este mundo.

Se han acuñado términos sin ningún sentido como “gran siervo” y se ha perdido de vista que Cristo no vino para ser servido, sino para servir.

Cuando Cristo les dio la lección de servicio, no escogió una tarea más o menos buena que no le molestase mucho, sino que lavó los pies de sus discípulos, la tarea más baja de las que realizaba el servicio doméstico en aquellos tiempos; siendo el Rey de Reyes se humilló hasta lo más bajo para enseñarnos que eso es lo que quiere de nosotros, humildad, servicio.

El Señor no comisionó a Pablo para ir a los fariseos, con los que por formación se sentiría más a gusto, lo comisionó para ir a los gentiles sin cultura escritural.

Dios no comisionó a Jeremías para dar oráculos agradables al pueblo y ser un profeta amado y así podría seguir con casi todos los siervos de las Escrituras.

El Rey no busca “grandes siervos” busca pastores que huelan a oveja, criados que laven los pies y pescadores que huelan a pescado y a mar, súbditos del Reino que tengan las manos y el alma desgastadas de trabajar por la mies que se pierde; el Rey busca Siervos que cumplan con su cometido, siervos inútiles; el Rey busca siervos.

Relación entre requisitos y tarea, tarea sin sentido

Los requisitos que se le pedían a Abisag no tenían mucho sentido en relación con la tarea que se le asignó.

Pensarlo bien, una joven hermosa para calentar a un anciano… yo en lugar de David habría buscado otra cosa para abrigarme la verdad.

Habría primero inventado abrigos, el rey tenía a su disposición todos los animales del reino y todos los recursos; y segundo habría buscado a alguien entradito en carnes para que me diese buen calor de michelín.

De veras que una joven hermosa es lo último que yo habría considerado como útil para entrar en calor, a no ser que fuera de otra manera pero el rey no estaba para esos trotes, de hecho dice el texto que no la conoció.

Dios a menudo nos comisiona para tareas para las que no estamos naturalmente preparados ni servimos, para las que por lo menos pensamos que no servimos y lo hace, para que su gloria se manifieste en nuestras vidas.

Cuando Jehová llamó a Moisés, Moisés le dio tres excusas, que había matado a un hombre de su pueblo, que no le creerían y que era torpe de palabra, la mayoría de gente piensa que era tartamudo.

Si pensamos bien en Moisés, tenía cosas buenas para el puesto pero tenía faltas importantes y seguro que se podía haber encontrado a alguien mejor pero a Dios le plugo escoger a su siervo y capacitarlo.

Si a mí, que siempre he sido un niño tímido e introvertido el Señor me hubiera dicho hace seis años que hoy iba a estar predicando, seguramente le habría puesto un montón de excusas, no tres, trescientas, pero al Señor le ha placido y lo mismo hace contigo.

El Rey está buscando siervos para tareas que probablemente en un principio no te van a encajar, que no tienen que ver nada contigo y que probablemente no tengan que ver con tus cualidades y lo hace para manifestar su gloria de una manera poderosa, porque la gloria sólo es suya y sólo él la merece.


Delante del Rey

BENEFICIOS

En el texto del que venimos hablando no se nos dice que Abisag cobrase un sueldo por su trabajo ni que tuviese ningún beneficio especial pero unos versículos más adelante dice lo siguiente:

«Entonces Betsabé entró a la cámara del rey; y el rey era muy viejo, y Abisag sunamita le servía.»

1 Reyes 1:15

La situación era delicada. Adonías hijo de David, viendo que su padre ya estaba muy mal, había organizado su nombramiento como Rey pasando por alto el deseo de David y a sus grandes consejeros.

Ante este problema Natán, profeta, aconseja a Betsabé, mujer de David que hable con el Rey y le recuerde que el derecho de sucesión le pertenecía a su hijo Salomón, todo de una forma discreta y sigilosa para no levantar sospechas.

De este suceso me llama la atención que Betsabé, siendo una de la mujeres titulares de David tiene que pedir audiencia para verle, no siempre tiene acceso a él ni está con él, sin embargo Abisag, allí estaba en presencia del rey, sirviéndole.

De esto he aprendido dos cosas en relación con el que sirve al Rey que son los beneficios del servicio:

El siervo conoce lo que pasa, los secretos del Reino y la voluntad del Rey

Cuando pasamos tiempo en comunión con Dios conocemos más del Reino, de su carácter y de su voluntad.

De Abraham se dice que fue amigo de Dios y en Génesis 18 podemos leer cómo antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra el mismo Señor dice ¿Encubriré a Abraham lo que voy a hacer? Como diciendo en esta relación de amistad íntima que tenemos él y yo no hay lugar para secretos…

Así que el primer beneficio de servir al Rey es conocer su voluntad.

En Romanos 12 dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta y no hay nada mejor en esta vida que estar en el centro de la voluntad de Dios pero para conocerla y situarnos en ella plenamente, tenemos que ser siervos.

Siempre estaba delante del Rey viendo su rostro

Abisag, siempre estaba delante del Rey y no sólo veía su rostro, tenía intimidad, dormía con él.

Estar en la presencia del Rey contemplando su rostro es el mayor beneficio al que se puede aspirar y es el galardón máximo que Él otorga a sus siervos.

En su presencia hay libertad, plenitud de gozo, delicias, ¿quién no querría estar siempre en su presencia?, en su presencia te olvidas de todo, te elevas, todo cobra la importancia que tiene, nada pesa, nada es carga; David mismo lo describe como lo cosa más increíble y lo es.

Su presencia ilumina nuestras vidas y nuestros rostros.

Cuando Moisés subía al monte para hablar con Dios, después al bajar, tenía que cubrir su rostro porque resplandecía.

Así nos pasa a nosotros cuando servimos al Rey, nuestra vida se ilumina porque tenemos el privilegio de estar delante de Él. 

No hay mayor galardón ni recompensa, el sueldo es Dios mismo.

Cuando el pueblo de Israel tomó posesión de la tierra prometida y la repartieron, a los Levitas, a aquellos que servían a Jehová, no se les dio nada porque su porción era Jehová su recompensa era servirle.

David mismo dice en el Salmo 16

«Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;

Tú sustentas mi suerte.

Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,

Y es hermosa la heredad que me ha tocado.»

Salmos 16:5-6

en otras palabras, Jehová lo es todo para mí, Jehová me es suficiente y así es para los que le servimos, Jehová lo es todo, Jehová es la mejor recompensa, su presencia nos llena y nos es suficiente.


CONCLUSIÓN

El Rey busca siervo.

Hemos visto los tres requisitos que debe tener el siervo:

debe ser joven con todas sus fuerzas bien encaminadas; hermoso, con la hermosura que le da el sacrificio de Cristo y virgen, puro cuyo deseo no está contaminado con otros Dioses.

Hemos visto la labor del siervo:

Hemos considerado que en ocasiones es desagradecida y que no siempre es lo que uno querría hacer ni para lo que se siente más dotado pero que al cumplirla, Dios siempre se glorifica, que es el objetivo primordial.

Y por último, hemos visto los beneficios de servir al Rey:

Conocer su voluntad y estar siempre en su presencia, no hay recompensa más grande.

Para terminar quiero dejaros con los tres versículos con los que empezaba:

«Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.»

Ezequiel 22:30

«Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.»

Isaías 6:8

«Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.»

Lucas 10:2

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